
Los días últimamente están muy extraños,
El cielo mantiene un tono viciado
Y no importa la mirada que en él se fija,
La desgracia o dicha es la misma
Estamos envenenados…
¿Y, qué hago yo?, ¿Qué haces tú para remediarlo?
A veces, se te ve feliz y sonriente
En otras, tu ánimo cambia de repente
¿Será o fue culpa de ese toxico, de ese veneno?
Sí, veneno; ese veneno que te sofoca y te asfixia
O lo hacía…
Pero que igual, se ha llevado el brillo de tus ojos
Y, poco a poco tu vida.
Por culpa de ello, de ese veneno
Hoy te hace ser quien eres,
Hoy me hace contemplarte y admirarte en ciertos casos
Porque la fatalidad o casualidad nos ha unido
Y aquí estamos,
Juntando historias, pasando ratos, abriendo un libro
Que empieza a llenarse de tus aportes y los míos
Para que no se borren en el camino.
Y ahora han llegado una cantidad de gatos,
Para arañarte y hacer que se exponga la sangre donde alguna vez corrió el veneno
Y ahora se han quedado esos mismos gatos,
Para acompañarte,
Porque su intención no es hacerte daño,
Es estar contigo en silencio.
Por ello,
Vengo a ayudarte, a quedarme a tu lado,
A mostrarte que hay un antídoto, que no te has inyectado
Tengo la risa a mi favor y unos gatos de todo tipo
Negros, neuróticos, paranoicos, raros, risueños…
Que con cada acción buscan decirte… “Te quiero”.
Foto por: Julio Campo Llinás.
2 comentarios:
Está muy bien. Bonito recurso de asociar a los gatos con la cura, ya que suelen ser asociados a la enfermedad o la desgracia.
Cuidado al confundir tóxico con veneno, que son distintos.
Saludos,
Es intenso y se siente sinceridad en cada palabra. Tiene un ambiente algo que tenso que me agrada, y que al final se distensiona totalmente con con dos palabras. Me gustó full....como siempre :)
Publicar un comentario